sábado, 2 de junio de 2007

Relato: "Doble sentido"




Relato: "Doble sentido"

Ecos de tacones retumbaban al unísono a cada paso de Mara Jade en la calle del chicle de Amsterdam, mientras un sudor frío recorría su cuerpo en la semi-oscuridad. Ataviada con una falda negra y deseos de explorar lo desconocido Mara fue encaminándose hacía el interior observando esa especie de museo del chicle usado al aire libre, sin dudarlo escupió su chicle fuertemente contra la pared para inmortalizarlo como una turista más, pero al hacerlo un ruido la sobresaltó, se giró rápidamente y del susto se le cayó el movil de la mano.

"¡Me has asustado!", le gritó Mara a Charles, su novio inglés. Éste, le respondió con una bocanada de aire de su cigarrillo de marihuana, enseñándole todos los dientes, amarillos, carcomidos.

Mara, tras esto, sólo pudo agachar su cabeza, y empezar a andar con dirección a Casa Bocage, un restaurante portugués en donde había quedado para almorzar con su amiga Michêlle. "Puedes venir, pero no te aseguro que seas bien recibido", le dijo con voz ronca a su novio.

Su novio decidió no ir... la besó y se alejó poco a poco, por aquellas calles de Amsterdam tan y tan transitadas...

Mara se dirigió al lugar donde se habia citado con Michêlle, entró al restaurante y se sentó en una mesa junto a la ventana, allí estaba Michêlle que la recibió euforicamente... algo en ella incomodó a Mara, ¿seria aquel colgante de color miel, que llevaba Michelle sobre su escote? de pronto, sin poderlo evitar, Mara cerró los ojos y en su mente presenció imágenes oscuras y tenebrosas... una joven desnuda, tumbada sobre el suelo, un tatuaje en su tobillo derecho y un arma... ¿qué queria decir todo aquello? ¿le había sucedido algo a Michêlle que no queria explicarle y que Mara había presenciado a través de un Flash?.

Mara no había abierto todavia los ojos cuando un golpe en el cristal las sobresaltó a las dos, era Charles muy sonriente y con un cuchillo en la mano, que pretendía gastarles una broma. Michêlle trató de ignorarlo mientras comentaba a Mara lo tonto que era su novio.

Ipso facto y sin poder remediarlo ninguna, Charles se sentó con ellas en la misma mesa.

Charles: ¿bueno se lo cuentas tú Michêlle o lo hago yo?

Michêlle: ¿qué cuente qué?...

Charles: bien, como aprecio que tú no te atreves, me aventuraré yo a confirmar los hechos, je,je,je.

Mara observaba atentamente y atónita todo lo acontecido, sobre todo por conseguir una explicación a las imágenes que le sucedían por la cabeza constatemente.

Michêlle: mira Mara, el otro día cuando se me perdió el colgante en la playa y lo estuvimos buscando tú habías bebido tanto que te desmayaste y te dejamos tumbada en el suelo hasta que se te pasara la borrachera y tú no parabas de reirte mirando mi tatuaje en el tobillo.

Charles: tendré que aclararlo yo finalmente, ya que tú no has sido capaz. Mira Mara, Michêlle y yo nos liamos ese día en la playa mientras tú estabas inconsciente, surgió algo muy especial entre nosotros, una atracción física irremediable y...

En ese momento Charles y Michêlle se cogieron de la mano, mientras una lágrima recorría el rostro de Mara.

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Relato escrito por Carlos Díaz, Rocío Segovia del blog una polilla alrededor de la luz y por Yolanda M. del blog hablando con las estrellas

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