domingo, 2 de marzo de 2008

La gran paradoja






Hay un entretenimiento que todos podemos pecar al menos una vez en la vida, no es otro que escribir nuestro nombre y apellidos en el Google y en mi caso particular que la gran mayoría de mis energías destinadas a escribir cartas al director a periódicos, escribir en blogs y a la web de quejas y sugerencias del Ayuntamiento, se han centrado en mi propósito fundamental de la retirada de las esculturas de José Seguiri de la Plaza de Uncibay, je,je,je. Yo me he preguntado: ¿qué sucede si José Seguiri escribe su nombre en el Google algún día y le lleva a este post?, pues como yo soy un hombre que unas veces da una de cal y otras una de arena. Tengo que explicar aquí bien, que hoy me he llevado una sorpresa, al descubrir que una de las estatuas que me gustan de Málaga, que se llama "Ave quiromántica" (mitad ave y mitad mano abierta) y os la he puesto en la segunda y tercera fotografias, es obra de José Seguiri, basada en el dibujo del poeta, novelista y dubujante malagueño Rafael Pérez Estrada, en el aniversario de su muerte y está situada a escasos metros de la casa natal del artista. Como he mencionado antes, me he llevado una grata sorpresa, porque aunque no me guste la estatua del Rapto de la Sabina de la Plaza de Uncibay de José Seguiri (primera fotografia), en cambio me gustan otras obras de él, como además el Rapto de Europa, que es la imagen que os muestro en cuarto lugar.
La última imagen es de unas esculturas situadas en Torremolinos que se llaman dos mujeres corriendo por la playa, es un homenaje a Picasso. Picasso pintó el cuadro de dos mujeres corriendo por la playa, que por cierto no me gusta nada, porque en la época que siguió a la del cubismo, la de su neoclasisismo, Picasso cambió abruptamente de estilo y pintó mujeres de aspecto greco-romano, de manera que el cuadro no me gusta, porque los brazos de las mujeres están desproporcionados y uno es más largo que el otro y la composición desde mi punto de vista representa algo inestable o inconsistente, que se rompería por el orden natural de las cosas. En cambio, en la escultura que se ha hecho como homenaje a Picasso, se le ha dado proporciones y medidas correctas a las mujeres y las estatuas me terminan encantando, mientras que el cuadro de Picasso no me gusta nada. Pues con la estatua del Rapto de la Sabina, me sucede lo mismo, que además de que representa a un hombre que se lleva a una mujer para violarla (lo cual me parece de lo más desagradable del mundo para exponer) los brazos de la mujer parecen como si Picasso los hubiera pintado con este aspecto greco-romano y por eso odio tanto a esta estatua, je,je,je y quiero que en la Plaza de Uncibay se reemplacen por algo digno de uno de los escaparates principales de la ciudad.

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