jueves, 27 de marzo de 2008

Ángel Inusitado


Recuerdo bien la primera vez que vi un ángel, yo tenía 2 años y medio, era un domingo del mes de agosto, que mi hermano y mi prima vinieron conmigo a la playa en la Cala del Moral (Málaga) y les dije que por qué no jugábamos al escondite y me puse a correr y a correr, cuando ellos ni siquiera lograron escucharme. Cuando me percarté de que me habia perdido, no perdí la calma y di la vuelta andando en un intento desaforado de encontrar nuestras sombrillas, pero era imposible, mi estatura no era gran cosa y la gran maraña de sombrillas no me dejaban apreciar nada. Ya no estaba seguro si nuestras sombrillas estaban a la izquierda o a la derecha, supongo que esto era una prueba más de que orientarme bien nunca ha sido mi fuerte, por lo que decidí cambiar de táctica y buscar el túnel que nos cruzaba siempre al otro lado de la carretera y por donde siempre llegábamos. Pero con tanta gente, la gran cantidad de sombrillas y la limitación de mi estatura, no habia manera de lograr mi objetivo, asi que me paré un rato, sorprendéntemente calmado para mi edad, sin llorar, aunque ya con el rostros con atisbos de preocupación y desesperación y entre tanta gente miré a un matrimonio que estaba rodeado de niños que pronto coincidimos las miradas y me preguntaron si me habia perdido y al responderles que sí, me dijeron que tenía que esperarme a que llevaran todos esos niños a sus casas, je,je,je, yo pensé "pues buena me espera a mí" y en cuestión de segundos aparecieron los padres de todos los niños y el matrimonio vino hacia a mí dispuesto a ayudarme. Les dije que no sabia dónde estaban nuestras sombrillas, pero que todo era muy sencillo, que teníamos que buscar el túnel y que yo les indicaría el camino a casa de mi tía. A los diez minutos mi tía abrió la puerta, el matrimonio que fueron mi ángel por un día, le dijo a mi tía que me habia perdido y ella fue corriendo a la playa a decirle a mis padres que yo ya estaba en la casa. Cuando mi tía llegó a la playa mi madre estaba llorando por el que fue uno de los mayores sustos de su vida.
A veces veo el vaso medio lleno y otras medio vacio. En ocasiones pienso que los ángeles existen y en muy contadas circunstancias creo que no, lo cierto es, que como no hay pruebas físicas de que los ángeles existan, nos tenemos que basar en suposiciones. Yo he llegado a la conclusión de que en el término ángel hay un abanico amplio de definiciones, donde las buenas personas con su manera de comportarse pueden ser a veces ángeles, el tener suerte puede ser entendido bajo mi punto de vista como estar respaldados por un ángel que nos ayuda. También a veces cuando he visto algún bebé, en cierto modo son ángeles para mí por estar carentes de toda maldad.
En mi vida me han sucedido muchísimas cosas, me ha atropellado una moto, años después un coche, un loco se saltó un ceda el paso y embistió mi coche sacándome de la carretera y siempre he salido ileso de todo, la pregunta es ¿ángel o suerte?.
Hace 15 meses en un 23 de diciembre, entré al bar Indiana a tomarme una copa, mi propósito era bebérmela, escuchar unas cuantas canciones mientras duraba la copa, e irme sin que se notara mi presencia allí, pero sin haber transcurrido ni tan siquiera 5 minutos desde mi entrada al bar, un chico entre tanto barullo de gente reparó en mí y me preguntó si yo habia venido o estaba con el grupo situado a mi derecha, ante esta pregunta tan insolente no contesté, por lo que el chico preguntó elevando la voz a los del grupo, si yo estaba con ellos, je,je,je. Y para mí sorpresa, otro chico le dijo que no me conocia de nada, pero que no le importaría conocerme en absoluto. Pasados 2 minutos largos de silencio del chico preguntón, me miró y volvió a formular la misma pregunta, pero ahora con las personas que estaban junto a mi izquierda y me parece que esta vez atendí su pregunta negando con la cabeza y sin parar de pensar que el muy insolente no me dejaba tranquilo. En cuestión de segundos, el chico al que no le importaría conocerme se fue al baño y yo pronuncié algunas palabras con su amigo que estaba justo a mi espalda, cuando regresó del baño le dijo a su amigo: "dile que si se viene al baño que hemos visto a una chica que se parece a Amaral", je,je,je, respondí que sí y en el baño sin conocerla de nada, la pararon, le dijeron que se parecía a Amaral y le comentaron que le iban a presentar a un amigo, como si los conociera de toda la vida. La chica nos dijo hasta el bar que iba en ese momento por si nosotros queríamos ir, y los dos chicos salieron del bar pasando totalmente ya de la chica y me dijeron que los acompañara. Al salir del bar me preguntaron: ¿de dónde has salido tú?, je,je,je, les conté un poco mi vida, me presentaron a mucha gente a lo largo de la noche y en la despedida me dijeron que habia sido todo un verdadero placer y me pidieron mi teléfono móvil. Al día siguiente día de Nochebuena volvimos a salir y en tan sólo 24 horas, me habian presentado ya a unas 50 personas y la verdad puedo decir que hemos seguido la amistad hasta hoy.
Nunca antes habia salido solo a un bar y a los 10 minutos ya habia hecho muy buenos amigos y posiblemente los mejores amigos que he tenido nunca. Esa noche tuve un ángel, de eso estoy seguro, lo que no sé, es si era un ángel invisible que me ayudó, si mi ángel era el chico impertinente que realizó su trabajo y desapareció de la escena, o si por el contrario mi ángel fue el chico que dijo que no le importaría conocerme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No recordaba esta anécdota tuya... sé lo que habrá pasado tu mamá porque me pasó lo mismo con Pablo en una playa de un balneario en el que estábamos de vacaciones...
Viva los ángeles!!!besos