sábado, 15 de marzo de 2008

Un mundo perfecto





Es curioso, he descubierto "un mundo perfecto", donde no necesito hablar y se me entiende, hay muchísimo amor y todo es verdadero. En este mundo perfecto las cosas pequeñas son las más grandes y todo es un regalo. Babear está a la orden del día, je,je,je,..., no me estoy volviendo loco, en el mundo perfecto se babea bastante, o por lo menos yo lo hago, como ayer cuando mi sobrino me llamó tito por primera vez. Mi ahijado tiene 23 meses y siempre me llama Carla y la verdad, que me llamara tito ha sido todo un regalo. Como comentaba antes, yo no necesito hablarle mucho a mi sobrino, puesto que él me entiende perfectamente y nos pasamos largos ratos jugando sin hablar. Cuando viene de pronto, me da un beso en toda la cara y me deja la cara chupeteada con babas, a mí se me queda una cara de tonto tremenda, je,je,je. En el mundo perfecto, no hay odio y maldad y jugar se convierte en una obligación, o por lo menos a mí me tiran del pantalón a la altura de la rodilla para reclamar mi atención. Los besos y el cariño son la moneda de cambio. Las carcajadas son el premio gordo de la lotería. Seguiremos jugando y jugando, por el bien de los dos.

1 comentario:

clara dijo...

Me alegro que hayas disfrutado con las primeras palabras de tu sobri...tito... Carla... cualquier cosa es buena si llega de su inocente corazón y con todo su corazón... besos