Entré al servicio de un hotel, era muy moderno, porque los lavabos estaban fuera y eran comunes y como no habia distinción entre sexos, me dirigí hacia una de las múltiples puertas individuales y de pronto para mi sorpresa me encuentro con alguien nada imberbe que se acercaba hacia mí y mientras pensaba si me habia equivocado intentaba esquivarlo y je,je,je, quien me iba a decir que el susodicho era yo ante un espejo y con cara de susto. Como la ocasión lo merecía por no ser anodina o agua de borrajas, he realizado dos fotografias para poder mostraros si dentro de las posibilidades y la dificultad añadida, que habian dos espejos, uno a cada lado.
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1 comentario:
Jajajaj, pero menos mal que no te diste contra el espejo...
Hombre, cuando uno no se lo espera...pues normal..y si encima vas un poco digamos dormido ni te cuento.
Saludos!.
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