miércoles, 11 de febrero de 2009

Confesiones en Fraggle blog


Tengo que confesar que no me gusta nada el día de San Valentín, es como si cada año al llegar el 14 de febrero me saliese sarpullido y mi descontento no es por falta de motivos. En mi memoria todavía tengo presente un accidente de tráfico que tuve de regreso a casa una noche de San Valentín, aunque yo venía en una nube, el conductor de un coche no me cedió el paso y me sacó de la carretera, salí ileso, pero mi coche me lo declararon siniestro total. Tengo 99 motivos más, je,je,je, pero no están tan presentes en mi memoria. En definitiva, odio el día de San Valentín.

2 comentarios:

María José dijo...

Carlos:
Coincido contigo. Los días señalados, impuestos, no me gustan nada. Además, el día de San Valentín es un invento para atraer el consumismo.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola María José, no te imaginas la cantidad de publicidad que estoy recibiendo estos días de San Valentín, hasta he recibido un mensaje al móvil. Yo tuve una novia que me dejó claro desde el primer día, que a ella sí le gustaba San Valentín y que cuando sonaba el timbre de la puerta iban corriendo porque sabrían que serían las 12 rosas (con esto dejaba claro que tenían que ser 12 rosas, no menos y que era lo que siempre quería recibir), a parte de esto, había que invitarla a cenar y yo era estudiante y ella trabajaba. En los restaurantes hay mucha cola, están todos llenos, hay que reservar con antelación, las floristerías incrementan el precio de las rosas una barbaridad aprovechándose de la situación y luego, el día 15 todo vuelve a la normalidad. Besos y gracias por el comentario.