domingo, 18 de septiembre de 2011

Algunas páginas de mi Diario


Preparar las palomitas o coger las que yo os ofrezco de una bolsa ” XXL”, que hoy he decidio hablar de un aspecto de mi vida, como si de las páginas de mi diario personal se tratase.

Desde pequeño siempre me han gustado mucho las tiendas y recuerdo que visitaba con cierta frecuencia la farmacia de mi barrio, donde me regalaban pequeños calendarios de publicidad y curiosamente fueron el inicio de mi vocación comercial, porque en dos o tres días se los vendí todos a los compañeros en el colegio a la hora del recreo, por un precio de 10 ptas. Con 9 años suscribí a dos amigos a una especie de “club social”, que les daba derecho a leer libros en mi casa, a la obtención de una revista semanal hecha por mí y cuyo mayor atractivo era una bolsa con regalos sorpresas. A los dos miembros yo les fabriqué un carné con su fotografia muy elaborado. Con 10 años monté un quiosco con cajas de refrescos, donde veraneaba. Lo hice con amigos a los que les pagaba un sueldo por trabajar conmigo, o esa era la intención, pero después de todo un día en la calle, ellos se comían los gusanitos y los suministros y encima les tenía que pagar el sueldo del día (50 ptas a cada uno y eran 3 amigos). Así que les pagué su dinero y los eché a todos, je,je,je y decidí montar el quiosco por mi cuenta. Ese verano gané 5000 ptas netas. Descubrí tácticas empresariales como comprar todos las bolas de chicle de la tienda de al lado, para luego venderlas a 5 ptas más caras cada una y aunque parezca increible, la tienda de la esquina no trajo más bolas de chicle y la gente me compraba a mí. En años posteriores con 12 años monté un video-club al que llamé “Espadis”, los amigos venían a mi casa y se llevaban una película de video y me daban el dinero y al día siguiente me la volvian a traer. Con el video-club, descubrí las técnicas de marketing, al realizar un álbum con las carátulas de las películas y objetos de regalo con el nombre de “Espadis” (escrito por mí). El primer verano gané 5000 ptás netas, pero esta vez sin esfuerzo.

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