lunes, 19 de septiembre de 2011

Caminar descalzos por la playa

Una de las cosas que más me relajan es caminar por la orilla del mar con los pies descalzos, sobre todo pasear sobre la arena recien mojada y que la espuma suavemente acaricie mis tobillos desnudos. Andar por la arena es una actividad muy recomendada tanto para la circulación sanguínea, como para relajarnos, porque vamos masajeando los pies, al mismo tiempo que escuchamos el sonido del mar en la orilla. Cuando llega la hora bruja del atardecer, darse un baño es muy saludable, porque suele subir la temperatura del agua y ésta se vuelve suave y quieta, como influenciada por un hechizo. La espuma de mar es un bien muy cotizado para mí, porque una serie de coincidencias nos producen el milagro de ni mucho oleaje, ni poco. Y es entonces cuando te puedes bañar continuamente rodeado de espuma. Es el baño de sal más natural del mundo, que nos regala la naturaleza y por lo menos a mí, me da la vida.

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