El origen de la pintura impresionista

Se puede decir que la pintura impresionista nació cuando el pintor Claude Monet pintó en 1872, “impresión, Sol naciente”que era algo muy distinto a lo que se conocia hasta ese momento a lo largo de siglos de historia pictórica. El cuadro llamó tanto la atención, que a este nuevo estilo se lo llamó impresionismo, nombre que adquirió por el título del cuadro. En la exposición de 1874 el grupo de pintores encabezados por Monet y Pissarro obtuvieron el nombre de pila para su movimiento, el crítico Leroy fue el que realizó el bautismo. Sería llamada impresionista con independencia de la voluntad de los pintores. Y ello merced a un artículo firmado por Louis Leroy en Charivari titulado “Exposición de los impresionistas”. La denominación tenía carácter peyorativo, pues todo el texto de Leroy constituía una burla de la exposición. La influencia del impresionismo todavia pertenece al gusto actual. Modificó no sólo la pintura, sino también la escultura, la literatura, la música, e incluso la crítica. Monet, Renoir y Pissarro pintaban en las orillas del Sena y del Oise. Eran pintores realistas, atentos a los efectos de la luz sobre el agua, a su movimiento, a su vitalidad, conscientes de las divisiones de color que produce la transparencia del agua y dispensando el uso de tono oscuros para las sombras. Considero que la pintura impresionista difiere de la fotografia, y ahí está la magia, que si queremos algo exactamente igual a la realidad disponemos de las imágenes o fotografias, en cambio los cuadros impresionistas nos transmiten sentimientos únicos.