lunes, 19 de septiembre de 2011

La profecía de Hernán Cortés


Hernán Cortés es una de las personas que ha tenido más suerte en este mundo y el conquistador español que más riqueza y tierras aportó a España. En lo que más suerte tuvo Cortés, fue en ser considerado un Dios por Moctezuma que era el emperador Azteca y todo debido a una antigua prefecía indígena. Los pueblos mesoamericanos organizaron su mundo en torno a la lectura del cielo.

Moctezuma fue avisado por un mancebo de la presencia de un cometa con un largo resplandor que se admiraba en el cielo. Moctezuma se atemorizó y por la noche salió de sus aposentos y miró hacia el oriente, de donde vio salir el cometa. Ante tal evento Moctezuma se asusta, entonces manda a llamar a Nezahualpilli, rey de Tezcuco, que era un famoso sabio y poeta que dominaba muchas ciencias. El rey de Tezcuco le dice a Moctezuma que el cometa es un signo de mal agüero, una señal del cielo definitiva que significa peste, muerte de los grandes, el arrazamiento de las ciudades, el fin del gran reinado de la historia de los mexicas. Esta fue la gran profecía: el regreso de Quetzalcóatl. La primera reacción de Moctezuma a la llegada de Cortés fue recordar la profecía que anunciaba el“regreso por el oriente del dios Quetzalcóatl”, pensó que el español era el dios que volvía a recuperar su trono. Moctezuma envió una gran cantidad de regalos a Cortés (oro, piedras preciosas, plumas), quería saber si eran hombres o dioses y la razón por la que venían a estas tierras, pero los espléndidos regalos lo único que lograron fue despertar la codicia de los españoles.

Según la mitología americana, Quetzalcóatl era un hombre alto de contextura fuerte y con barba, que vestía una túnica que llevaba la imagen de la “cruz” como su símbolo religioso, y así lo describen los libros mayas.

Los españoles sabían de la historia de Quetzalcóatl, conocían sus enseñanzas, aprendieron su religión, y se aprovecharon de ella para penetrar y conquistar el territorio mexicano… de hecho, Cortés se parecía en su fisonomía a la imagen venerada del mítico Dios maya; y así los dice la historia

Así que la antigua profecía, el hecho de coincidir con el mismo aspecto físico que el Dios maya y que los índigenas nunca antes habían visto caballos y al ver subidos a los hombres en ellos, pensaron que eran dragones, que hombre y caballo formaban un único ser. La pólvora, las armas de fuego y la viruela también jugaron a favor de su suerte y la posterios conquista de México. A mí de esta historia lo que más me llama la atención es la profecía, porque realmente acertó hasta en lo de la cruz.

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