miércoles, 29 de agosto de 2007

BOCANADAS CON ESENCIA

El pasado 25 de agosto estuve en Madrid para saldar una deuda pendiente con mis deseos más añorados. Siempre he querido ver los koalas y los osos pandas y sabia que los osos pandas no llegaban al zoo de Madrid hasta septiembre, pero no he podido esperar más y me he abierto paso en la aventura que me esperaba.
Es curioso que sin haber metro en Málaga (todavia), me dieron un plano de las estaciones y era como si llevara toda la vida viviendo en Madrid, porque no tuve problemas y fui a todas partes bajo tierra.
Lo primero que hice al llegar al zoo es visitar a los koalas, habia tres, cada uno en una habitación a modo de escaparate y para mi sorpresa después de recorrer tantos kilómetros, es que los koalas se pasan 15 horas al día durmiendo y otras 5 más descansando y además duermen de una forma muy extraña como podéis apreciar en la imagen. En tres ocasiones me pasé a observar a los koalas y tuve mucha suerte la tercera vez, porque uno de los koalas se despertó y se quedó sin hacer nada con los ojos abiertos mucho rato, supongo que estaba descansando. La verdad es que no se movia mucho, pero el viaje ya por esto mereció la pena, lástima que se me olvidara fotografiarlo. Está claro que son lindos peluches y dicen que muy sociables.


En la calle Preciados estos cuatro violinistas me leyeron la mente y estaban tocando lo que más me gusta de música clásica y además de una manera espectacular y curiosamente la gente seguia andando como si nada y en cambio yo me paré al escuchar el Canon de Pachelbel y me quedé extasiado frente a ellos y sin darme cuenta cree escuela, porque la gente se animaba y crearon un círculo junto a mí. Tocaron la Primavera y el Invierno de las Cuatro Estaciones de Vivaldi y luego una de las más conocidas de Mozart. Poca gente se animó a echarles dinero para el regalo tan bello para los oidos que nos deleitaron.



En la Gran Vía de Madrid te sientes importante paseando y era de obliago cumplimiento entrar en Starbucks y pedirme un chocolate con avellanas para beber y en la chocolatería Valor y pedirme un chocolate blanco para beber, que por cierto he fotografiado, son productos caros, pero con muchísima calidad y merece la pena. Fueron mis bocanadas con esencia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

hola!!!
qué rico chocolate blanco!!! Cuando fui a Valor, increíblemente no pude tomar mi chocolate negro por lo espeso que estaba, (me gustó más el de Aranda. Hermosa Madrid de punta a punta y me alegro que hayas disfrutado de ella... besos

Anónimo dijo...

Buenas...
Lo pondré en mi lista de "orgasmos gastronómicos", para cuando pase por allí... Y es que aún no tengo claro si el placer sabe a chocolate... o fue el chocolate el que le puso su nombre al placer... ;p
Dicho esto, imagino que nos veremos por el Indi!!!
Un saludo!
N.de A.: Reconóceme tú, ya que yo no consigo ubicarte, quizás estés más allá de Madrid, más allá del chocolate...

Noe dijo...

Yo nunca he estado en Madrid, bueno a decir verdad nunca sali de Asturias, pero la visita tiene buena pinta

Saludos

Corazón Coraza dijo...

Haaa...fantástico lo tuyo..¿cómo es eso de que has vuelto a escribir...y n çi siquiera me has ido a visitar??...hee??..GGGRRR!!!.....jajaj!! todo bien!! es un chiste!!

Pero bueno...pensé que habías dejado tu blog en "stand by".... me alegro mucho que vuelvas a tomar las riendas!

¿cómo va todo??
Me ha encantado la foto de Los Simpson!!!...buenisimaaa ne la arena..y las fotos de la Feria...¿una sola??....bue...jeje!

Que buena esa calle misteriosa... verdaderamente...lo parece....

Bueno malagueño vamos a ver si seguís escribiendo...he?? ;)

Cuidate muchioo!! y que pases un muy buen finde!! :)))