domingo, 20 de enero de 2008

El efecto halo




El efecto halo es un clásico en la psicología y se refiere a cómo la evaluación que hacemos de una persona está influenciada por juicios previos, de los que a veces ni siquiera tenemos noticias. Un ejemplo típico es considerar que una persona bella es además inteligente. En la sociedad en la que vivimos, todo el mundo que nos rodea está continuamente emitiendo juicios de valor que en muchas circunstancias son a la ligera. La gente te quiere cambiar, te dicen lo que no les gusta de ti y todos llevamos dentro nuestros ángeles y nuestros demonios, nuestras virtudes y nuestros defectos, lo bueno y lo malo que hay en nosotros. El tipo de personalidad "superficial" está a la orden del día.
En mi caso en particular, siempre todo el mundo me ha querido cambiar y siempre he tenido una lucha continua por ser "yo mismo" y no lo que la gente quiere que sea. Árdua tarea la de ser "uno mismo" hoy día y no perder la identidad, sobre todo, porque la gente piensa que somos de una manera, nosotros pensamos que somos de otra y finalmente está como nosotros somos realmente, que puede ser que no se corresponda como la gente piense que somos, ni como pensamos que somos, ni como nos gustaría ser. Esto no es un galimatías, es la verdad.
He ido evolucionando y cambiando por lo aprendido de los errores cometidos, que como dijo Ortega y Gasset, el mayor tesoro del hombre son sus errores.
Ayer mismo, una amiga me dijo que no le gustaba mi pantalón, y que iban a hacer una pequeña encuesta a todas las personas del grupo, el resultado es que las 4 personas dijeron que no les gustaba mi pantalón, porque al ser de lycra lo tengo ajustado al cuerpo. Yo pienso, ¡no les gusta!, pues que miren para otro lado, porque lo importante es que me guste a mí. Y también me planteo, si no les gustara mi pie, ¿qué hago me lo corto?. Porque el pantalón siempre tiene más solución que el pie.
Cuando trabajaba en Kiron, el franquiciado de Tecnocasa, me decía que cuando hablara por teléfono mirara siempre hacia arriba y hablara muy alto, que cuando hablara con él siempre tuviese el cuerpo lo más derecho posible y yo sigo pensando que son chorradas, que yo quiero ser natural y que se puede llegar a causar mejor impresión mostrándome natural y no interpretando un papel políticamente correcto y pienso que todos tenemos derecho a "bajar la guardia" y ser nosotros mismos, aunque sea en casa con la familia, o con los amigos.

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