martes, 26 de agosto de 2008

Sangre chocolateada


Me tomé un par de Bokawas de estos de la foto y me dispuse a nadar como de costumbre, avanzando 100 metros, 250 metros,...,500 metros, 700 metros y cuando prácticamente habia nadado el kilómetro de rigor, noté que algo en el agua me había tocado el hombro, era una medusa que al simple contacto con mi piel cayó muerta fulminantemente, debido a mi sangre chocolateada, fue entonces cuando los ecologistas se me echaron encima, protestando por la muerte de un "ser vivo" y argumentando que el mar era su sitio y que la humanidad no debería ni andar por la orilla para no molestar a las medusas, je,je,je. Bueno, ahora fuera de bromas, je,je,je, es cierto que me ha picado una medusa, de hecho lo hizo dos veces en el mismo sitio, cerca de mi axila, la segunda vez fue cuando me dio el latigazo fuerte. En mi vida me habrán picado unas 4 o 5 veces en total y cada vez me duele menos, ¿será que mi sangre está chocolateada?, je,je,je. A veces también llevo un poco de leche merengada en la sangre, je,je,je. La medusa sobrevivió, para el deleite de tantos flipaos ecologistas. Me llama mucho la atención que la gran mayoría de la gente que va a la playa no se metan mucho más adentro de la orilla, porque es todo un placer estar a 25 metros de la orilla, todo cambia, es otro mundo, el agua está mucho más limpia y....mejor pruébalo, je,je,je, diga lo que diga, nada que ver con la experiencia real. Tengo que decir también que nadar da mucha hambre, que yo ahora estoy sobre-alimentado y que no me extraña que con lo que desayuna Michael Phelps puedan comer 6 personas, je,je,je, en mi caso nadar y la playa abre mucho el apetito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues....no me pica una medusa desde que era una niña, no me gustan los dulces así que mi sangre debe ser salada...salada. Una nueva teoría...a las medusas no les gusta el dulce...lo siento por los golosos...

Pepi

Anónimo dijo...

Hola Pepi, yo pienso que no es fácil que te pique una medusa, porque en todos los años que llevo nadando en el mar, se puede contar con los dedos de una mano y me sobran dedos. Y lo que he dicho en el post, era de broma, je,je,je, al final nos pican igual a los golosos, que a los que no lo son. Por cierto, cuando mi madre estuvo embarazada de mí, su cuerpo le pedía sal y comió por ejemplo muchas pipas y ahora mi tengo que compensar yo el nivel de azúcar con cosas de chocolate, je,je,je. Gracias por tu comentario. Besos